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Volver a la casa. No queda mucho por investigar, pero esa habitación llama la atención.
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Acercarse al patrullero. Es obvio que la policía está ahí por él. Hay que dar explicaciones.
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Salir del lugar. Tratar de pasar desapercibido: los policías están de espaldas.
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Salir del lugar. Correr, simplemente correr como dijo -de manera extraña- Aníbal.